
Sentí su aliento en mi nuca, aliento que me había robado.
Cada bocanada de aire era una lucha. Una lucha contra una bolsa de tela, vieja y apestosa que cubría mi cara. La misma bolsa que me había arrancado de la noche y llevado a un sitio mas oscuro que cualquier crepúsculo. Y ni siquiera podía ver la oscuridad, la bolsa tapaba cualquier resquicio de luz. Pero la notaba. Notaba como las tinieblas la rodeaban y la abrazaban, una negrura que parecía manar de él.
Él… era terrible él. Hablaba, no paraba de hablar, y decía cosas horribles. Pero lo malo no era lo que decía, sino como lo decía, como un niño nervioso que solo quiere complacer.
- Oh, oh dios. Eres hermosa, hermosa eres hermosa. ¿Esto es el amor verdad? Oh si, debe ser amor. Una vez embotelle el amor ¿sabías? Sí, sí, una vez.
Sus manos me tocaban, acariciabas mis hombros y se acercaba a mi. Y volvía a notar su aliento en mi nunca, mientras yo luchaba por respirar el aire fétido de mi bolsa. Contaba el tiempo con mis respiraciones. Llevaba respirando demasiado.
- Fue difícil hacerlo oh sí, sí. El amor es escurridizo. Tú no lo eres, no no, para nada. Siempre el mismo bar para desayunar, siempre el mismo pub para salir, cinco minutos antes en el bus por si acaso hoy llega antes j aja, nunca llega antes, normalmente tarde, si llega tarde, pero tu esperas y yo, si yo, yo espero contigo, cuanto he esperado.
Noto como su boca recorre mi cuello expuesto, sin cubrir por la bolsa. Mi bolsa, ya forma parte de mi, demasiado tiempo, demasiadas respiraciones. Ahora sus labios besan mi nuca. ¿Pero son sus labios? No, es la oscuridad, es la oscuridad la que recorre mi cuerpo, son las manos de la oscuridad las que agarran mi cintura y comienzan a subir poco a poco. Son las garras de la oscuridad las que se aferran a mis pechos, y es la garganta de la oscuridad la que se desgarra con un grito.
- ¡No! Chico malo, chico malo. No el amor es puro, eso es el amor si. Pureza. Pero eres hermosa, muy hermosa. Te quito la bolsa. ¿ves? No soy malo, oh jo, jo, jo. No lo ves.
La bolsa desaparece, y vuelvo a respirar, pero no veo nada. Todo es oscuro. No hay ni el mas leve resquicio de luz.
- ¡No lo ves! No lo puedes ver, como nunca me viste a mi, como nadie me vio a mi. Nunca nadie me ve, no soy importante, y tu si lo eres. Tú eres pura, si lo eres.
Noto su boca cerca de la mia, una boca que tiembla y suelta saliva. Huele a menta.
- Una vez te invite a una copa, en tu pub, ese pub de siempre. Donde siempre te espero. Y tu me miraste, que mirada, y sonreíste y dijiste gracias. Y te fuiste. JODER. Te fuiste, toda la gente se va, siempre se va. Por eso embotelle al amor, porque el amor es eterno, pero la gente se va. Sí.
Sus manos vuelven a tocarme, y comienzan a quitarme la ropa. Lucharía, pero no puedo luchar. Ya no, demasiadas respiraciones luchando por respirar.
La oscuridad abre mis piernas y noto como se acerca a mi interior. Y la garganta tenebrosa vuelve a gritar.
- ¡No! No eres pura. No eres pura, maldita sea. Zorra, una zorra. Jodida zorra.
Su mano golpea mi cara, no noto dolor. Sangro.
- Lo siento, lo siento, lo siento, lo siento. Lo entiendo, lo siento. Eres hermosa, y cuanto mas hermosa mas difícil ser pura. Pero tranquila, lo puedo arreglar.
Salé de la habitación, pero su oscuridad se queda.
- ¿Ves? Así se arregla. Ah no, no lo puedes ver. J aja.
Se acerca, me abre. Noto la aguja. Grito. Grito como nunca he gritado. Y al fin me desmayo.
- … era vodka sí, vodka con lima a lo que te invite. ¿Estas despierta? Fantastico.
- Dejame…
- Oh no, ya no te irás, nunca te irás. No puedes irte. Ya queda poco.
- ¿Para qué?
- Oh, para lo que te traje a aquí, déjame que te enseñe. Voy a encender la luz. Me gusta la luz, oh si si, mira la luz. ¡Ja ja!
- No la encendiste.
- Oh si, que la encendí.
Sus manos desatan las mías.
- Pero dicen que el amor es ciego ja ja.
Mis manos tocan mi cara. Vuelvo a gritar.
- No, no llores, ya no puedes llorar. Porque el amor no llora, por el amor solo ama, porque el amor es eterno.
Noto como lleva mi cuerpo en sus manos. Como si ya no pesara.
- Una vez embotelle el amor, porque el amor es eterno pero la gente se va. Y tu serás eterna.
Me dejo caer, caer en la oscuridad. La oscuridad se convierte en un liquido, un liquido denso y caliente. Un líquido apestoso. Un líquido que me rodea.
- Una vez embotelle el amor.
Noto una pared, es cristal, una cárcel de cristal.
Me muero, voy a morir.
La oscuridad líquida quiere entrar en mis pulmones, no puedo dejar que entre.
Voy a morir.
Y en la oscuridad una mano. Esperanza.
Voy a vivir.
- Una vez embotelle el amor, y el amor aun sigue ahí, eterno. Se eterna con ella.

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